Materia prima de profundo sabor, cocina a fuego lento, y al otro lado, tiempo para que el calor suave haga su trabajo y ganas de disfrutar de un suculento plato. El resultado es este guiso de cordero a fuego lento, un plato tan sabroso como sencillo de hacer, sí, hace falta tiempo, pero en ese tiempo no tenemos que estar pendientes del guiso. Y como veréis a continuación, los preparativos de esta receta son casi nulos, pocos ingredientes confluyen en el guiso de cordero, así que muy limpios y equilibrados se despliegan después en el paladar.
Preparación:
Ingredientes: Cordero ( muslos u otro corte de paletilla o pierna). Zanahorias 400 grs (para cuatro comensales). 2 cebollas pequeñas.200grs de guisantes. Romeo. Pimienta negra. 120 ml de vino tinto. Aceite de oliva y sal. Agua.
Preparación:
- Poner una tartera en el fuego con un chorrito de aceite de oliva, dorar el cordero a fuego fuerte dándoles la vuelta para que se haga de forma homogénea y salándolos al gusto. Cuando estén dorados, reducir el fuego e incorporar las cebollas peladas y las zanahorias peladas y cortadas en tiras largas y gruesas
- Dejar que las cebollas y zanahorias desprendan parte de su sabor a la vez que van tomando el de la carne.
- Añadir la pimienta negra, dos ramitas de romero y mojar con el vino. Dejar cocer a fuego lento, durante una hora aproximadamente (añadir un poco de agua si hiciera falta, que no quede mucho jugo).A media cocción añadir los guisantes. El tiempo total dependerá del volumen de las piezas de cordero, se verá al contemplar que algunas partes de la carne se despegan del hueso. Entonces apagar el fuego y dejar reposar unos minutos.
Así se ha trabajado en la cocina durante años, se elabora una base de un guiso y después se deja hacer lentamente para convertir el producto en un manjar.
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