domingo, 5 de agosto de 2012

Salsa bechamel.

 Bechamel básica,  generalmente le incorpo cebolla a la bechamel, nos gusta más, pero este ingrediente es opcional y a gusto de cada uno.

Según a qué elaboración se destine la salsa bechamel, puede ser necesario hacerla más líquida o más espesa, entonces sólo habrá que disminuir la cantidad de mantequilla y harina, siempre de forma proporcional, o por el contrario, y sobre todo si se hace sobre la marcha, añadir más leche.

Si incorporas cebolla a la elaboración de la bechamel, lo ideal es que esté rallada para después no encontrar los trocitos.
Ingredientes para hacer la salsa bechamel son:  ½ litro de leche, 50 gramos de mantequilla, 50 gramos de harina (se puede poner mitad de Maizena, la hará más suave), sal, pimienta negra y nuez moscada. 

Preparación:
  1. Para hacer la salsa bechamel, derrite la mantequilla en un cazo o sartén antiadherente a fuego medio, a continuación incorpora la cebolla y cuando esté transparente, retira momentáneamente el cazo del fuego y agrega la harina, mueve con una cuchara de madera mezclando bien y procurando disolver los posibles grumos que aparezcan.
  2. Pon de nuevo el cazo al fuego a temperatura baja e incorpora la leche caliente removiendo con la cuchara de madera o las varillas, lleva a ebullición sin dejar de remover hasta conseguir una salsa homogénea y cremosa. Sazona con sal, pimienta negra recién molida y nuez moscaPara hacer la salsa bechamel, derrite la mantequilla en un cazo o sartén antiadherente a fuego medio, a continuación incorpora la cebolla y cuando esté transparente, retira momentáneamente el cazo del fuego y agrega la harina, mueve con una cuchara de madera mezclando bien y procurando disolver los posibles grumos que aparezcan.
    da, mezcla bien y retira del fuego.
  3. Si no vas a utilizar la bechamel en el momento, mantenla caliente en un recipiente al baño María, pon unos trocitos de mantequilla en la superficie para evitar que se forme una costra. En caso de que te sobre bechamel o la hayas preparado con mucha antelación, puedes conservarla en el frigorífico (una vez fría), en un recipiente cerrado herméticamente, hasta el momento usarla.
¡Que te aproveche!
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