Ingredientes: 600 grs de harina de fuerza. 25 grs de levadura fresca (de panadería). 220 ml de agua templada. 1/2 cucharadita de sal fina. 50 grs de azúcar. 3 huevos. 150 grs de mantequilla temperatura ambiente (cortarla en trozos). 1 huevo batido. Harina para espolvorear. Azúcar glas para decorar.
Preparación:
- Disolver la levadura en un poco de agua. En un bol, poner la harina,la levadura (disuelta), el azúcar, los huevos, la sal y el resto del agua. Amasar todo bien (utilizar las varillas de la batidora para hacer la masa). Espolvorear harina en la superficie de trabajo y trabajar un poco más, hasta que no pegue en las manos. Tapar y dejar reposar una hora, hasta que doble su volumen.
- Espolvorear harina en la superficie de trabajo y estirar la masa en forma de rectángulo (2 cm de grosor) poner la matequilla por encima y doblar la masa (como si fuera un sobre, enharinar la superficie con harina a menudo para que no se pegue) pasar el rodillo por encima (para que se extienda bien la mantequilla) y volver a doblar la masa (como si fuera una carta, 3 dobleces) repetir el mismo proceso 3 veces más. (estirar, doblar y pasar el rodillo).
- Estirar la masa y cortar en rectángulos (15 cm de ancho o 17 cm). Cortar los rectángulos en triángulos y envolver la masa del triángulo de la parte más ancha a la parte más fina. Doblar los extremos hacia dentro para darle forma. Colocar en una bandeja de horno enharinada (no juntarlos mucho). Taparlos y dejarlos reposar 1 hora, que doblen su volumen.
- Pincelar con huevo y llevar al horno 170º precalentado, calor arriba y abajo con aire unos 15-20 minutos.
- Espolvorear con azúcar glas.
Mi recomendación es dejarlos enfriar totalmente, y reservar alguno para la mañana siguiente, tendréis un desayuno que os motivará a volver a elaborar croissants.
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